Desde el inicio de su práctica a los veintidós años, el artista Artur Lescher ha trabajado con las formas geométricas y la composición que asumen cuando se ponen en escena en diálogo en un espacio arquitectónico específico. Presentando su tercera gran exposición individual en la galería OMR, titulada Asterismos, Lescher convierte el cubo blanco en un nuevo espacio cósmico inspirado en la idea del 'asterismo', un lugar indescifrable para la ciencia. De hecho, este término difiere de 'constelación' principalmente en que, si bien esta última es una zona del cielo oficialmente reconocida los, 'asterismos' no tienen límites determinados oficialmente.

Para esta ocasión, el artista presenta una serie de piezas concebidas específicamente para el primer piso de la galería. La instalación principal se compone de varias formas geométricas; cilindros y conos de latón, alambre de pescar y acero inoxidable se fusionan en un conjunto único: desaparecen en su singularidad para convertirse en una nueva forma imposible de describir a través del léxico de la geometría y la arquitectura. De la misma manera, asterismos juega en un espacio de incertidumbre e incalculable.

En palabras de Lescher, 'los materiales son actores'; él simplemente escucha su energía intrínseca y prepara un escenario para que expresen sus vocaciones y potencialidades cuando se combinan en un diálogo, no solo con el espacio en el que se presentan, sino también cuando se comunican entre sí. Las formas geométricas, cuando se ponen en diálogo como una instalación, crean un espacio ficticio en forma de cielo. De hecho, cuando los espectadores pasamos por ellas en un espacio terrestre como la planta baja de la galería, su energía ancestral escapa de los confines de la sala para volar hasta alcanzar la inconmensurabilidad del cielo.

Mediante el uso de la geometría, la arquitectura y los materiales, Artur Lescher no sigue el diccionario objetivo prescrito del conocimiento científico, sino que revela su inconsistencia simplemente rearticulando los elementos, como las formas geométricas básicas que componen su rígido léxico. La instalación principal de Lescher nos brinda herramientas para hacer diferentes composiciones y nos implora que no demos por sentadas narraciones construidas únicamente con disciplinas convencionales. Cuando recorremos esas entidades celestiales, existe la posibilidad de hacer un discurso alternativo y ficticio para alterar la realidad. Una realidad que se mueve constantemente, incluso de manera imperceptible, como los objetos colgantes que se presentan en el piso superior de la galería, donde diferentes péndulos crean un bosque imaginativo, que solo podemos ver si recombinamos elementos de lo inestable, lo incierto y lo inconmensurable en una nueva narración.

Texto de Francesco Scasciamacchia