El tiempo se estira. Se pliega, se desvía, se suspende. En sus formas dilatadas —más allá de la productividad o la linealidad— emerge otra lógica: una guiada por el juego, la contemplación y pequeños actos de desobediencia y goce.

BAZAAAR es una exposición colectiva que reúne a una selección de artistas a partir de obrasen edición limitada que exploran el tiempo como pausa, como exceso, como deriva fértil.

Entre lo absurdo y lo íntimo, lo humorístico y lo delicado, estas obras habitan los bordes de la utilidad y la razón. Descansan, bromean, se distraen. Proponen el ocio no como escape, sino como una forma radical de estar en el mundo: una suave rebelión contra la exigencia constante de producir, explicar o avanzar.

Concebida como un espacio efímero y afectivo de circulación, BAZAAAR se despliega como una colección de gestos que invitan a habitar el presente de otro modo: desde la lentitud, la sensación y la atención errante. Porque en esa temporalidad suspendida —en su ociosidad y su suavidad— se esbozan otras formas de ver, de relacionarse y de existir.

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