Evocando la opacidad y la sombra proyectadas por un eclipse solar, la exposición explora el poder de la imaginación y el deseo de proyectar el futuro. A través de una estructura arquitectónica que recuerda a una capilla, el artista expresa su fascinación por los conocimientos ancestrales, alquímicos y místicos. Un techo de vitrales proyecta una suave luz como protagonista principal, iluminando una fuente que emerge de la oscuridad y despierta a varios personajes. La fuente, con “fuente” significando tanto "fountain" como "source" en inglés, rinde homenaje a los manantiales de inspiración y a la información de la que nos nutrimos.

Un jardín circundante surge del lenguaje profundamente personal del artista, con referencias inspiradas en su infancia: los relatos de búsqueda de tesoros de su abuelo, reflejados en imágenes de monedas o diamantes, un amor intergeneracional por el béisbol, así como un profundo interés por las especies endémicas de México. Junto con la tradicional evocación de la ceiba sagrada en la imaginación de Sarabia, elementos como el mar y la vegetación, la tierra y el universo, la luz y la oscuridad, microhistorias y el cuervo –un símbolo de poder recién descubierto– se entrelazan en esta exposición. Todo esto está enmarcado por un mural específico del sitio con enredaderas verdes, un elemento recurrente en el vocabulario del artista. En el barrio de Los Ángeles donde creció Sarabia, los residentes pintaban escenas de enredaderas, flores y ramas en las fachadas de sus casas para evitar que las etiquetaran con grafitis.

El piso superior de la galería está dedicado a sus obras más conocidas: sus piezas de cerámica. Parecidas a la talavera mexicana con sus colores blanco y azul cobalto, estos jarrones representan los desencadenantes de las microeconomías ilegales que han afectado al país. A lo largo de su práctica, el artista traza conexiones entre la historia de México y su narrativa personal, marcando al país no solo como la tierra de su herencia cultural sino como su hogar elegido.

Para su exposición, el artista ha construido un pequeño templo, un portal que incita al espectador a visitar su universo creativo. Four Minutes of Darkness es la invitación a cruzar un umbral donde la imaginación de Eduardo Sarabia converge en una dimensión que por un momento nos aleja de la nuestra e ilumina la sabiduría, el honor y la voluntad.

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Four Minutes of Darkness es la segunda de tres exposiciones de Eduardo Sarabia dedicadas al eclipse solar total del 8 de abril de 2024, visible en Mazatlán, Sinaloa, lugar de origen de su familia: Prologue en Maureen Paley, Londres (2023), Four Minutes of Darkness en OMR (en exhibición hasta el 13 de abril de 2024) y Viaje hacia el eclipse en el Museo de Arte de Mazatlán (inauguración el 7 de abril de 2024).

La trilogía de exposiciones de Eduardo Sarabia culmina en un proyecto más amplio que se desarrolla en diferentes contextos en Mazatlán, orquestado por OMR. En preparación para la apertura de Viaje hacia el eclipse, se han realizado renovaciones significativas en las dos principales galerías del Museo de Arte de Mazatlán: la galería Antonio López Sáenz y la galería Roberto Pérez Rubio. Este logro fue posible gracias a los esfuerzos colaborativos del Grupo Venados, el Instituto Sinaloense de Cultura, el Museo de Arte de Mazatlán y OMR, con el objetivo de recuperar este espacio cultural para las comunidades de Sinaloa.

El 8 de abril de 2024, el eclipse total del sol convertirá el día en noche durante cuatro minutos. Pasando sobre México, Estados Unidos y Canadá, será el último eclipse solar total visible desde los Estados Unidos contiguos hasta 2044. Como parte de este proyecto multifacético, el evento real del eclipse, completamente visible en Mazatlán, se podrá experimentar durante una observación pública en el estadio de los Venados.

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