El ganador lloraba con frecuencia y era besado por el perdedor, la frase que el artista Graham Gillmore escuchó en la radio durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver es el título que le ha dado a su más reciente espectáculo.
El título, un tanto críptico, expresa el diálogo interno en el que opera su obra. Como ya fue evidente en sus trabajos anteriores, la negociación psicológica entre el «yo» y el «otro» desempeña un papel importante a la hora de articular las complejidades y los matices de las relaciones interpersonales. El título también puede entenderse como un esfuerzo por reconocer la posibilidad de reconciliación dentro de una experiencia de vida fragmentada en el mundo, en la que la identificación entre el «ganador» y el «perdedor» sea intercambiable o, al menos, empática entre sí.
Con su estilo característico, Gillmore mantiene su lealtad a la forma del lenguaje y los símbolos, al tiempo que explora el léxico de la experiencia humana compartida. Sus pinturas y dibujos presentan textos pintados con caracteres llamativos, superpuestos con transparencias y organizados de tal forma que requieren un esfuerzo para descifrar su significado y ser plenamente apreciados. Desde letras de Frank Zappa hasta frases cotidianas, Gillmore juega con el lenguaje para lograr composiciones visualmente atractivas y complicadas, en las que el contenido semántico proviene de diversas fuentes, incluidas las experiencias personales, y son a la vez irónicas e intelectuales.
La obra de Gillmore es un 'palimpsesto' en el que la pintura anterior informa sobre la siguiente; construida de manera visceral y resonante con notas autobiográficas que son, al mismo tiempo, poemas y declaraciones de principios, como Sin título (gratis) en la que declara su liberación de las cadenas mundanas: tiempo libre, familia, amor, felicidad, salud, libertad.
Gillmore explica su obsesión por los significados difusos utilizando una frase de Mad Love, del surrealista André Breton: El delirio interpretativo solo comienza cuando el hombre, mal preparado, se deja llevar por un miedo repentino en el bosque de los símbolos.
Graham Gillmore nació en Vancouver, Canadá, y estudió en la Escuela de Arte y Diseño Emily Carr. Ha presentado su trabajo en numerosas exposiciones, incluyendo el MOMA de Nueva York, la Tate Modern de Londres y la Galería Fucares de Madrid, entre otras. Su obra forma parte de importantes colecciones permanentes, como la Colección Jumex (México), S.M.A.K. de Gante (Bélgica), la colección Gian Enzo Sperone (Italia), el Museo de Arte Contemporáneo Canadiense de Toronto y la Galería de Arte de Vancouver (Canadá). Vive y trabaja en la ciudad de Nueva York y en Winlaw, Columbia Británica.
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