El proyecto consiste en un doble retorno al origen: el primero, biográfico; el segundo, arqueológico, pero ambos profundamente entrelazados. El fortuito hallazgo por parte de Iñaki Bonillas de un archivo audiovisual (compuesto por películas, fotografías, recortes de periódicos y grabaciones sonoras) se convierte en la posibilidad de una restauración (un retorno al original, al origen) no solo desde el punto de vista tecnológico de los materiales, sino también y lo que es más importante, del propio origen del artista, ya que el archivo pertenecía a su padre. El archivo debe actualizarse (restaurarse, salvarse de la extinción y, por tanto, del olvido) para preservar, al mismo tiempo, una parte importante de la biografía personal del artista. Por lo tanto, el esfuerzo arqueológico también implica un esfuerzo por sacar a la luz fragmentos de una historia personal. Retroceder en el tiempo, no mediante la memoria (en este caso inexistente o, mejor dicho, en formación), sino a través del archivo (la voluntad de recordar).

La idea es rehabilitar los materiales para que vuelvan a su estado original, a partir del cual puedan volver a reproducirse, hasta el infinito. La película, en la que el padre de Bonillas ensaya las corridas de toros pases, se restaurará entonces a su estado anterior: una serie de imágenes fijas; las fotografías en negativos, los recortes de periódicos en planchas de impresión; las grabaciones de audio en partituras musicales.