Lie, Cheat, Steal

La música, así como la complejidad de la vida, inspiraron el proceso creativo de Arturo Vega (Chihuahua, 1947), quien reside en la ciudad de Nueva York desde los años setenta. La vida hace trampa y roba es el título de su primera exposición individual, que tendrá lugar en la Ciudad de México, donde presenta una gama diversa de obras íntimamente vinculadas a su experiencia de vida, colaboraciones y coincidencias, y afirma una declaración de un personaje de espíritu libre y voluntad fuerte.

Preludio

Los años setenta fueron una época llena de furia con el movimiento punk y sumergida en el auge del arte pop. Los Ramones, Patti Smith y Andy Warhol surgieron en una época de liberación sexual, social y creativa, en la que el CBGB actuó como su centro predeterminado, manchando la atmósfera con una sensación de rebelión.

Nueva York, 1974

Influenciado por el arte pop norteamericano, Arturo Vega comenzó a pintar. Mientras trabajaba, dejaba la puerta de su piso abierta de par en par, con una música a todo volumen que penetraba incluso en los rincones más tranquilos. Un día, impulsada por la curiosidad, Dee Dee Ramone, que había estado visitando a la vecina de Arturo Vega, entró en su loft. Este caso marcó el momento del inicio de una colaboración de treinta años entre Vega y los Ramones. Algunas de las piezas de Vega, como Letrero de supermercado, sello del Departamento de Comercio y Carlos Atlas, se remontan a principios de los años setenta.

El guardián de los Ramones

Vega forma parte del movimiento Punk, colabora con los Ramones, tanto como amigo como director de arte y también fue responsable del icónico logotipo de la banda, así como de supervisar el diseño de las portadas de los discos, produciendo las camisetas que luego actuaron como un fuerte vínculo entre la banda y sus seguidores. Paralelamente, Arturo Vega creó una serie de pinturas, impresas con fragmentos de texto irrelevantes y honestos en un cóctel de insultos y pensamientos místicos. Las pintó con colores primarios como una forma de reflexionar sobre la crudeza de la sociedad de la que formaba parte, lo que provocó incertidumbre y ambivalencia en el espectador.

Arturo Vega, la libertad por encima de todo

Arturo Vega declara que todo lo que lo hace libre también lo hace feliz. Cree que la música es la principal y máxima fuerza revolucionaria para provocar cambios en las sociedades. En su obra, hace hincapié en una crítica del sistema capitalista y en la falta de conciencia de las consecuencias que recaen sobre nosotros al suscribirnos a este sistema social específico. En esta época, el consumismo dejó de ser únicamente mercantilista y dio paso a una reproducción ilimitada de imágenes, devorada por las sociedades con la misma intensidad que las drogas, el sexo y la música. La serie de Dólar de plata y Banderas así como el emblema del águila en el logotipo de los Ramones, son una referencia directa al dominio monetario, la competencia y los símbolos nacionalistas, conceptos que idealmente algún día sustituirían a la cooperación y la comprensión. El artista representa este otro posible estado del ser a través de la serie Nihilismo mínimo y Molino de viento Mondrian.

Hay un atractivo rebelde y seductor en las obras de Arturo Vega, que desafían el status quo y, al mismo tiempo, promueven el cuestionamiento de los ideales a través de la música, la reflexión y la creación. Sus obras juegan con los conceptos del bien y el mal, sumergiéndose en una perspectiva mística, floreciendo a partir de aspectos de su vida, con el fin de cambiar tal vez la percepción que tenemos del mundo.

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