Al eliminar cualquier figuración o iconografía palpable, los suaves toques de color inician una intensidad hipnótica, cuya aparente sencillez desmiente la complejidad técnica de su producción. La metodología elegida por Braun es particularmente laboriosa si se tiene en cuenta el tiempo necesario para alcanzar el campo cromático exacto. Los lisos planos de arena cambian silenciosamente, interrumpiendo el paisaje visual y, al mismo tiempo, reflejando las modulaciones graduales del color.

Al hacer visibles los patrones de migración, la obra de Matti Braun alude a los efectos transculturales de la globalización, por lo general desconocidos, incluso ignorados. Desde la antigua Ruta de la Seda que conectaba Oriente con Occidente, hasta el ahora genérico salvapantallas de una puesta de sol tropical para iPhone, el artista rastrea ejemplos específicos de apropiación cultural de manera no lineal. Se puede ver que Vikram Sarabhai, una figura importante a la que Braun regresa, encarna una plétora de asociaciones interdisciplinarias. Al fundar el Programa Espacial de la India en la década de 1970, desde entonces ha estado vinculado a una amplia variedad de figuras, desde Mahatma Gandhi, Le Corbusier, la Escuela de Diseño de Ulm hasta Lynda Benglis. De este modo, la actitud del artista hacia la narrativa no consiste en explicar piezas individuales sino en indicar la multiplicidad de sus referencias. Es importante destacar que estas no son aparentes al principio y van desde lo históricamente correcto hasta lo desinformado.

El uso de arena ha aparecido anteriormente en la obra del artista. Untitled (2003), una obra efímera específica para la que se añadieron varias toneladas de tierra namibiana a la playa pública de la pequeña isla finlandesa de Sando. Para la exposición de 2009 Pierre en l'Appartement 22, en Rabat (Marruecos), había arena esparcida por el suelo como base para las referencias culturales e históricas específicas del lugar. Constituye la tercera parte de una serie de exposiciones internacionales y produce un póster para cada una de ellas, el primero Lak Bo en Esther Schipper Johnen Galerie, Berlín y actualmente Sol Bo en Kunstverein Heilbronn, también en Alemania — Sol Bo presenta la culminación final del color y la textura entre la arena y la seda que se relaciona con el lugar circundante. Por ejemplo, la instalación de la arena puede verse reflejando la diáspora, el desplazamiento de poblaciones y territorios, cuando es transportada desde un área local, en este caso Veracruz. Sin embargo, junto con las pinturas en seda, que aunque son translúcidas, emiten una potencia ineludiblemente brillante, reflejan específicamente el contexto de México.