La lluvia llegó a la final [The Rain Came Last] es la incursión más reciente del artista en el archivo fotográfico que heredó de su abuelo, J. R. Plaza. Este último consiste en un banco de imágenes compuesto por casi tres mil fotografías familiares, que a menudo permiten a Bonillas combinar elementos aparentemente incompatibles en su obra: por un lado, una narración biográfica personal hecha de notas y anécdotas más o menos privadas, y por otro, un sentido cuasicientífico de recopilación y clasificación.

Con esta nueva serie, Bonillas retoma un tema que ya había explorado anteriormente en su trabajo: la idea de la fotografía como contramemoria, una noción concebida por Roland Barthes para abordar la función de las fotografías como sustitutas de los recuerdos, que incluso pueden llegar a bloquear. Pero la fotografía en sí misma tampoco está a salvo de desaparecer. Si se expone de forma prolongada a la luz o a la humedad, una impresión palidece, se agota y desaparece, de modo que la idea (o la contra-memoria) que hayamos tenido de un momento determinado de nuestras vidas puede borrarse; o, como ocurre literalmente La lluvia llegó a la final, gotea.

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