Fue realmente un encuentro arquitectónico:

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Podemos recordar que en nuestras discusiones el título surgió en el momento en que se nota que, en ausencia del sol, la noche de la Ciudad de México adquiere una brisa fría y que, aunque el día era cálido, no había suficiente sol para que la temperatura no cayera en picado. Tengo un poco de frío y los ruidos del distrito romaní han disminuido.

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Se trata del espacio.

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Hay muchos espacios dinámicos en esta galería, y todos los artistas con los que trabajamos tienen una forma única de reutilizar el espacio. Todos sobresalen en la redirección y en la interpretación en el escenario. De ninguna manera ninguno de los artistas compone formas únicamente con fines de investigación formal. Y seguramente no están trabajando solo con sus ojos. Están alterando el espacio cartesiano con la intención de inyectarle política y, a veces, ilusiones de la naturaleza y estados oníricos, y otras veces con cosas incómodas, como que la realidad se alimenta parasitariamente de los restos de la historia del arte, o que el espacio arquitectónico se ve alterado por narrativas artísticas que cargan y cambian el espacio que rodea a las obras de arte.

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O bien, la exposición debe ser ahora.

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El peso omnipresente de ahora, ya que todavía estamos sentados aquí en el puente y se hace tarde. O el ahora, que implica lo contemporáneo y la forma en que el arte redefine constantemente lo que somos como cultura. Entonces, tiene que ser más o menos entonces, el lugar al que llegaremos cuando se haya consumido el curso de estas obras y cuando nos hayamos deleitado con el pasado. Y, por supuesto, nos reímos un poco porque nos damos cuenta de que estamos en medio de todas esas cosas. Y estamos contentos porque sabemos que los artistas que hemos seleccionado han reflexionado demasiado sobre estas ideas y han hecho explícitas sus ideas implícitas.

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O, lamentablemente, es un pasaje.

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A nivel escatológico, el espacio entre ahora y entonces sugiere un rito de iniciación o un pasaje hacia un destino final. Reflexionamos sobre el concepto de un México con historias que existen antes que las historias. Y pensamos en la heterodoxia visual que presentamos. Si nos basamos en el ritual católico o en la profecía maya, el espacio entre ahora y entonces puede representar una escatología apocalíptica. Y si mantenemos nuestra palabra propositiva como comisarios, tal vez esto pueda explicar por qué algunas de las obras de la exposición existen como un ajuste de cuentas.

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Si hay algo en juego, podemos ver en este encuentro arquitectónico del espacio de la galería una inyección de política y acontecimientos mundiales actuales que actúan de manera portentosa.

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