Candida Höfer

Eberswalde, Germany, 1944
Lives and works in Cologne, Germany.

Candida Höfer’s first approach to photography occurred when she worked for newspapers as a portrait photographer. She later enrolled at the Kunstakademie Düsseldorf to study film in 1973, but transitioned to photography in 1976, becoming Bernd Becher’s student.

Her work –along with the works of Andreas Gursky, Axel Hütte, Thomas Ruff and Thomas Struth—is framed within the tradition of German photographers, direct heirs to the conceptual aesthetic and teachings of Bernd and Hilla Becher at the Kunstakademie in Düsseldorf; along with Thomas Ruff, she was one of the first of Becher’s students to use color, showing her work as slide projections.

The recurrent subject in Candida's Höfer work, since the 1970s, is the space that human beings produce through architecture and the way they live in it. The artist places herself in the spectator’s point of view that is at the same time the user’s point of view. Her work consists of identifying and perceiving the existence of compositions that existed before she was aware of them and that she leaves unabridged. Photographs of indoor spaces, of public and semi-public buildings where the order and disorder that derives from its communitarian function is revealed. The purpose of this examination is to visualize the architectonic space as a frame of human relations. Each one of the represented spaces belongs to a social space, a space that constitutes or is constituted by social relations.

Eberswalde, Alemania, 1944

Vive y trabaja en Colonia, Alemania

El primer acercamiento de Candida Höfer a la fotografía ocurrió cuando trabajó como fotógrafa de retratos para periódicos. Posteriormente, se inscribió en la Kunstakademie Düsseldorf para estudiar cine en 1973, pero se trasladó a la fotografía en 1976, convirtiéndose en alumna de Bernd Becher.

Su obra—junto con la de Andreas Gursky, Axel Hütte, Thomas Ruff y Thomas Struth—se enmarca dentro de la tradición de los fotógrafos alemanes, herederos directos de la estética conceptual y las enseñanzas de Bernd y Hilla Becher en la Kunstakademie de Düsseldorf. Junto con Thomas Ruff, fue una de las primeras estudiantes de Becher en utilizar el color, mostrando su trabajo como proyecciones de diapositivas.

Desde la década de 1970, el tema recurrente en la obra de Höfer es el espacio que los seres humanos producen a través de la arquitectura y la forma en que viven en él. La artista se coloca en el punto de vista del espectador, que es al mismo tiempo el punto de vista del usuario. Su trabajo consiste en identificar y percibir la existencia de composiciones que existían antes de que ella fuera consciente de ellas y que deja intactas. Fotografías de espacios interiores, de edificios públicos y semipúblicos donde se revela el orden y desorden derivado de su función comunitaria. El propósito de este examen es visualizar el espacio arquitectónico como un marco de relaciones humanas. Cada uno de los espacios representados pertenece a un espacio social, un espacio que constituye o es constituido por relaciones sociales.

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